Nunca hay tiempo para lo importante Que incómodos nos resultan los balances, cuando una de las columnas registra nuestros valores espirituales, y el tiempo que dedicamos al cuidado de nuestra alma. Esta sociedad que a través de los medios de comunicación nos quita cada vez más, hasta la posibilidad de decidir, nos ha impuesto la valoración de lo material (poseer bienes, una buena figura, ropa de determinada marca, etc.) como un hecho imprescindible para avanzar en esta sociedad post-moderna. El escritor Gabriel Garcia Marquez, al enterarse de su enfermedad, que puso en riesgo su vida escribió entre otras cosas: “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesent
PREFACIO DE "EL GRAN DIVORCIO" DE C. S. LEWIS. PRIMERA PARTE PRIMERA PARTE DEL PREFACIO DE “EL GRAN DIVIORCIO” DE C. S. LEWIS Prefacio Blake escribió Matrimonio del Cielo y del Infierno. Si escribo sobre su divorcio no es porque me considere digno antagonista de un genio tan grande ni tampoco porque esté muy seguro de saber lo que quiso decir. Pero, en algún sentido, resulta perenne el intento de efectuar ese matrimonio. El intento se funda en la creencia de que la realidad nunca nos encara con un "o esto o lo otro" absolutamente inevitable; de que si contamos con bastante habilidad y paciencia y (especialmente) con el tiempo suficiente, siempre podremos hallar un modo de abrazar ambas alternativas; de que el mero desarrollo o ajuste o refinamiento se las arreglará para tornar el mal en bien sin que se nos obligue a un rechazo total y definitivo de nada que nos guste retener o conservar. Me parece una creencia desastrosamente errónea. No se pue
Comentarios
Publicar un comentario